Número de oro
El número de oro fue descubierto en la antigüedad, y se le atribuye belleza en sus proporciones. La naturaleza replica el número de oro en muchos de sus diseños y lo aplicaron griegos y romanos en el diseño de sus grandes obras arquitectónicas. Y nosotros lo aplicamos en las proporciones de los bonsáis, como es lógico.
La definición teórica del número, para aquellos a los que le gusta un poco la matemática, es la relación entre longitudes de dos segmentos de recta a y b, de forma que las longitudes de ambos guardan la siguiente relación:
O sea:
Lo cual, traducido al español, significa que el número b es 2/3 el número a. Y acá aparece la mágica proporción de 1/3 que se aplican en el diseño de los arbolitos, o sea 1 menos 2/3 (el número áureo) da el famoso 1/3.
Uno de los usos que tiene en bonsai, por ejemplo, es la distribución de ramas en el tronco, que aparece en las reglas de localizacion de las ramas. Supongamos un arbolito con una altura a, entonces el segmento b será 2/3 la altura de a:
Y ahí tenemos la primera rama. Luego, la segunda rama va a 2/3 de la nueva longitud a’:
Y sucesivamente. Y así armamos nuestro arbolito.
El número de oro es una regla que permite ajustar las proporciones del arbolito para que quede armonioso, pero no es en absoluto una regla fija de la cual no nos podemos desviar, sino una guía para conseguir un arbolito proporcionado.
Por supuesto, decirlo es mucho más fácil que conseguir las ramas en la posición correcta, pero eso ya es otro problema.
Edad
La edad de un arbolito es un aspecto muy importante. Muy a menudo se observa un arbolito del cual dicen “tengo un bonsai de 30 años” y uno observa el bonsai, y luce igual que un bonsai de 10 años; y uno se pregunta “¿Dónde están los 20 años que faltan?”. Los grandes maestros sostienen que no importa la edad real de un bonsái, sino cuánto aparenta tener.
En analogía, una persona puede tener 60 años y lucir como una de 50, o una de 45 lucir como una de 60. Y es que hay atributos que el humano va teniendo con la edad: canas, arrugas, una pancita moderada-grande, etc. Bueno, pues lo mismo ocurre con un bonsai. Uno espera ver ciertos atributos de un árbol viejo, y es lo que queremos replicar en nuestros arbolitos. Dicho en otras palabras, nosotros diseñamos nuestros arbolitos para que parezcan viejos o jóvenes según nuestro interés.
A continuación, los principios que se asocian a la edad de un arbolito.
• Raíces: mientras más viejo es el árbol, más gruesas son las raíces, al punto que afloran en el suelo. Es lo que se denomina nebari de un arbolito.
• Tronco: un tronco grueso da apariencia de árbol viejo, puesto los árboles viejos han tenido muchos años de engorde de su tronco. A más viejo un árbol, más grueso debiera ser su tronco y más petiso es el árbol en relación al grosor del tronco. También se debe tomar en cuenta la textura de la corteza, mientras más viejo el árbol, más gruesa la textura de la corteza. Y mientras más viejo el árbol, más cicatrices tendrá en su tronco, por ramas rotas, impactos al arbolito que lo han dañado, jin, sharis, etc.
• Ramas: Las ramas de un árbol viejo se orientan hacia abajo, puesto el peso de la nieve, de la rama misma y de otros factores la han ido deformando hacia abajo. Por lo tanto, las ramas de un árbol viejo están orientadas hacia abajo, por debajo de la horizontal. La corteza de las ramas debe copiar en textura al tronco, puesto son igual de viejas; de lo contrario va a haber un error de coherencia, como veremos más tarde. La ramificación de las ramas es más fina y abundante cuanto más viejo es el arbolito. A su vez, esta ramificación densa deja lugar para que los pajaritos vuelen entre ellas; en bonsai los espacios vacíos son tan importantes como los espacios verdes/ rellenos. El ápex de un arbolito es redondeado en árboles viejos y más triangular en árboles jóvenes.
• Hojas: mientras más viejo es el arbolito, más ramificación y tamaño tendrá y más pequeñas aparentan ser sus hojas.
Árbol viejoArbol jovenY en la práctica que?Y acá hago un parate con la teoría. Todo ésto es muy bonito como teoría, pero llevarlo a la práctica puede parecer un abismo para quienes no saben cómo hacerlo, y como el tema edad es tan importante, voy a ilustrar, para bien o para mal, algunas estrategias de diseño que yo vengo siguiendo con algunos de mis arbolitos.
Mostrar un arbolito joven es fácil, basta con agarrar un prebonsai de tronco fino y darle forma, al cabo de un par de años se obtiene un bonsai joven:
Pero conseguir un bonsái que parece añoso es otro tema. La cosa no viene por el lado de poner el bonsái en su maceta y esperar a que se haga viejo, sino hay varias estrategias para lograr el objetivo en unos pocos años.
Sirva como comentario que aún hay muchos parámetros sobre el diseño que hay que saber para que el bonsái sea coherente por donde se lo mire, lo cual vamos a ir comentando más adelante, pero vamos a empezar con lo básico, y que es el material de partida para empezar a conseguir un bonsái añoso.
Primero, una casuarina que se engordó desde un arbolito de unos 2 cm de diámetro durante unos 7 años en macetón de 60 lts. Luego, se mocho a la altura deseada y fue puesta en maceta de entrenamiento desde hace unos 4 años para desarrollar la ramificación primaria y crecer el ápice. O sea, este bonsái debe tener unos 15 años en las fotos. El tronco y el nebari –aunque este último no se aprecie tanto- ya están desarrollados. Todavía las ramas no son del grosor adecuado, calculo necesita unos 2 o 3 años más. Luego, se iniciará el armado de la ramificación secundaria y se comenzará a acomodar para formar las nubes en cada rama. A ojo de buen cubero, estoy hablando de unos 7-8 años más para tener el diseño avanzado.
Segundo, un ombú, especie típica de Argentina. Este ejemplar se compró con un tronco ya desarrollado, calculo debiera tener unos 6 años al momento de la compra; se lo truncó a la altura mostrada y se está desarrollando la ramificación primaria desde hace unos 3 años. O sea, es un ombú de unos 9 o 10 años.
Este buxus se compró de un vivero que lo había recuperado de un jardín de algún cliente. Calculo tendría unos 15 años al momento de la compra. Se lo está trabajando directamente en maceta de bonsái desde hace unos 7 años, y el señor crece a su propio ritmo, lo cual es muy lento –como buen buxus, aclaro-, así que hay que tenerle paciencia. La intención es ensanchar la copa para darle una forma redonda. Se le está haciendo un acodo para remover esa rama que cruza todo el tronco y armar un segundo buxus, puesto esa rama tiene un grosor muy interesante para desaprovecharla. Lento pero seguro viene.
Este es un junípero comprado el año pasado de un vivero, y debe tener unos 8 años de edad. Se le redujo el follaje y se lo transplantó para sacar brotación trasera, puesto tiene solo dos ramas largas con mucho follaje en las puntas. La brotación trasera viene muy bien, aunque no se aprecia mucho en la foto. Básicamente está en fase cero de formación.
Esta es una piracanta comprada de vivero, la cual estaba olvidada por un rincón, con la mitad del tronco podrido. Debía tener en ese momento unos 8-10 años. Recibió un reestilizado de tronco y transplante a una maceta de entrenamiento, donde estuvo un año, y luego la transplanté el año pasado a su actual maceta de bonsái. Viene evolucionando muy buen, pese a estar en maceta chica, así que ahí va a seguir. La ramificación primaria quedara lista en 1-2 años.
Un cotoneaster comprado en un vivero el año pasado. Fue transplantado a maceta de entrenamiento y viene evolucionando muy bien. También está en fase cero de formación.
Finalmente, un ligustro aureo tamaño shohin. Este ligustro debe haber tenido unos 5 o 6 años cuando lo compre, y luego de una poda y posicionarlo en una maceta de bonsái, así luce 3 años después. Recuerdan el comentario que los tamaños más chicos se hacen mas rápido? Igual todavía está en formación, pero su avance es muy bueno. Fíjense el crecimiento de los brotes, los cuales se descontrolan rápidamente y deben ser podados continuamente. Recibió su poda hace una semana, y una previa un mes antes. Y la primavera empezó hace solamente un par de meses, imaginen donde queda el bonsái si no se lo controla en una estación de crecimiento completa.
Pues así es la cosa con la edad. Uno debe decidir qué edad quiere que el arbolito tenga y en función de eso se lo desarrolla. O sea, la edad es una de las decisiones de diseño que hay que tomar, después de haber decidido tamaño y estilo. Y la decisión va acompañada de otras decisiones de diseño que se van a ir comentando en articulos posteriores. Pero paciencia, que ahora me voy a poner un poco mas lento para avanzar, porque tengo que trabajar bastante el contenido.