Antes de empezarUna de las cosas que más me costó entender es por qué un bonsái de 10 años era mucho más bonito que otro bonsái de 10 años. Sí, es obvio, es una cuestión de diseño, pero, cuál es el metié de la cuestión? pues no llegaba a entenderlo. Leí mucha información en artículos de libros y de internet. Me comí los libros del maestro Naka y varios otros maestros, más varios libros de bonsáis que encontré en mi camino, y todo eso me ayudaron muchísimo, pero la pregunta fundamental me seguía eludiendo: cuál es el metié de la cuestión? Y segui investigando, y fui encontrando varios artículos y librillos que me fueron iluminaron hasta que lo llegué a entender, pero fue por lejos lo que más me costó aprender sobre el mundo del bonsai. Y luego, plasmar ese entendimiento en mis propios bonsáis es otra historia completamente diferente que recién empiezo a comprender.
Por qué me costó tanto todo esto? Luego de meditar y de poner en practica estos temas, creo hay varios factores que influyen en la dificultad de entender el diseño:
• La información de calidad está dispersa y cuesta encontrar buenos artículos sobre diseño
• Gran parte del diseño se focaliza en la aplicación de las reglas del bonsái, pero sin profundizar en la razón de ser de cada una.
• Las reglas artísticas sobre diseño no son tan fáciles de visualizar. Hay que desarrollar la veta artística que cada uno tiene, lo cual lleva su tiempo de maduración.
• Dificultad de conseguir que el bonsái haga el diseño que tenemos en la cabeza, porque el señor hace lo que tiene ganas de hacer, que puede o no ser lo que nosotros queremos que haga.
Pues la verdad que me hubiera encantado en mis orígenes que alguien me explicara el diseño en forma integrada, pero no había mucho, menos aún porque el auge de la internet vino varios años después. Y, pues, es lo que me decidió a escribir esto. PERO, y lo escribo con mayúsculas, lejos estoy de parecerme siquiera a un maestro. Y recién estoy empezando a aplicar estos conceptos en el diseño de mis arbolitos. Obvio, este “recién” es en tiempo bonsáis, o sea, desde hace unos 5 años, que es poco para la vida de un arbolito. Claro, uno hace algo ahora y ve los resultados el año que viene, y entonces se da cuenta que se equivocó y corrige, y la evolución y los resultados llegan un año después, y así siguen pasando los años como si nada. Pero bueno, la cosa viene bien. Entiendo que varios de los que participamos en este foro pueden beneficiarse de lo que sé, así que cual tome lo que le sirva, si es que hay algo que les sirva.
La cosa la estoy armando, asi que paciencia, porque va a llevar un buen tiempo hacer algo como la gente.
En mi experiencia, muchos bonsais tienen vicios de diseño que hace que no alcance a llenar las expectativas del espectador; “falta algo”. Y ese algo es lo que intento explicar en esta seguidilla de artículos.
Con eso en mente, ya podemos comenzar.
Introducción El bonsai es un arte vivo. Arte porque transmite al espectador lo que el artista siente, y vivo porque se trata de un ser vivo, que debe necesariamente incorporar muchos principios de horticultura que hacen crecer al arbolito sano y fuerte.
La horticultura está llena de información de lo que se necesite, y es lo primero que cualquiera que se dedique al bonsai debe aprender. No importa qué tan bien planeemos nuestro diseño, no irá a ningún lado con un arbolito muerto. Y no importa qué tan bien esté diseñado un bonsai, no capturará la atención de nadie si no goza de buena salud. Los principios horticulturales del bonsái abundan por las redes y en los libros, así que no vamos a meternos en eso. Si necesitamos una rama en cierta posición, vamos a asumir que el dueño sabe cómo conseguirla.
La realidad es que el bonsai no te convierte nunca en una obra de arte terminada, sino más bien en una obra de arte dinámica que evoluciona con el tiempo. Una obra de arte hoy se puede transformar en un desastre dentro de 6 meses si no mantenemos el arbolito adecuadamente. Yo he visto videos de aficionados que arruinan un diseño bien planteado porque dejan que el arbolito se descontrole en una temporada de crecimiento. Así que hay que estar atentos a la evolución del bonsái. Obviamente, ya me paso varias veces…..
Respondiendo la pregunta fundamentalCuando uno se inicia en el fascinante mundo del bonsai es muy normal andar totalmente perdido en la dirección que debe seguir, y la respuesta a la pregunta fundamental no llega: ¿y ahora que?. Se ve en los foros que la pregunta más frecuente es: “Ayuda. Tengo este arbolito y lo quiero convertir en bonsai. ¿Qué hago? ¿por dónde comienzo? Y la respuesta es siempre la misma: “¿qué querés lograr con el arbolito?”. Y la contra respuesta es “no tengo ni idea”.
Bueno, voy a aportar alguna luz sobre la respuesta a ese “no tengo ni idea”. Y, como en todo, hay que empezar por lo básico.
Definiendo lo básico
El “no tengo idea” se empieza a definir con:
a) La especie del bonsai
b) El estilo que queremos lograr
c) El tamaño que queremos tenga el arbolito
Luego de definido esto, nos vamos a preocupar por el resto de las cosas, porque no tiene sentido preocuparse por la forma de las ramas si no sabemos la especie o el tamaño que el arbolito va a tener.
EspecieLa especie del arbolito es algo fundamental de saber, por varias razones:
1. Nos va a permitir saber cómo cultivar el arbolito
2. Nos va a permitir saber cómo va a crecer y evolucionar el arbolito
3. Nos va a permitir decidir el estilo que va a tener el arbolito
4. Nos va a permitir definir el tamaño del arbolito.
El primer punto no tiene discusión. Si queremos que el arbolito sobreviva, tenemos que cuidarlo, regarlo, ponerle el sustrato, darle la iluminación, el abonado, el transplante y todo lo demás que el arbolito necesita. De otro modo, el arbolito no va a crecer sano y vigoroso e inclusive puede llegar a morir. Ya lo dijimos, no nos vamos a meter en este punto.
Ahora, el saber cómo va a crecer y evolucionar el arbolito va a permitir decidir cómo lograr lo que queremos. Por ejemplo, si estamos trabajando un pino, debemos saber que el arbolito NO va a brotar de madera vieja, a tal punto que, si lo dejamos sin ramas, el arbolito se muere. Y que no va a brotar ramas en posiciones donde se hayan secado. Entonces, cuando seleccionemos el arbolito y/o lo hagamos crecer, vamos a tener que cuidar las ramas que nos interesan, porque una vez se murieron estas ramas NO van a volver a crecer en ese punto. Y también vamos a saber que cicatrizan muy mal; por lo tanto, cualquier rama medianamente gruesa que nos esté sobrando no la vamos a podar al ras, porque no va a cicatrizar, sino la vamos a transformar en un jin o un shari. Si, por otro lado, tenemos un olmo, vamos a saber que brotan del cambium del corte principal del tronco, lo que lo hace bueno para un estilo escoba, mientras un liquidámbar no lo va a hacer, sino va a brotar de yemas a diferentes alturas del tronco. Y así sigue la cosa para cada especie a cultivar.
Y luego, el estilo del arbolito. Y acá la cuestión es sencilla: no se debe forzar a un arbolito a un estilo que no crece normalmente en la naturaleza. Cuando lleguemos a la forma del arbolito, vamos a entrar en este punto.
TamañoÉsta es una decisión crucial en el diseño de un bonsai. Acá influencia la especie del bonsái y el tiempo, la experiencia y los recursos que necesita el arbolito. Cuando vamos a decidir el tamaño, hay que saber ventajas y desventajas de cada uno:
Árbol grande• Chumono: entre 30 y 90 cm
• Omono: entre 90 y 130 cm
• Gran bonsai: más grandes
Ventajas: ofrece muchas más alternativas de diseño, son muy vistosos y atractivos, denotan el gran trabajo usado en su desarrollo, llaman la atención donde sea.
Desventajas: llevan mucho tiempo para obtenerse (10 a 20 años), hay que tener espacio para desarrollarlos (un prebonsai grande fácilmente alcanza los 2 o 3 mt de altura y se crían en una maceta de 60 lts o más, o en el suelo), son caros (por el mismo motivo), necesitan experiencia para predecir el resultado a lograr, puesto una vez obtenido se desperdició mucho tiempo si algo salió mal y normalmente no se puede rehacer, y los materiales son más costosos (se consume más sustrato e insumos, macetas más grandes y caras, más lugar para exposición, etc).
Árbol chico• Shito: 5 cm o menos
• Mame: entre 5 y 15 cm
• Shohin: entre 15 y 25 cm
• Komono: entre 15-20 y 30 cm. Se solapa con el shohin en cuanto a dimensiones.
Ventajas: fáciles de obtener, el material de base es fácil de conseguir, ofrece buenas alternativas de diseño, llevan poco tiempo para obtener resultados (3 a 5 años), costo razonable, entran en cualquier lugar de la casa.
Desventajas: no son tan vistosos o atractivos, las posibilidades de diseño son más limitadas (porque hay menos espacio para poner ramas), no todos los árboles son aptos para el tamaño chico.
Normalmente el tamaño del bonsai es una decisión personal, pero hay especies que no aceptan un tamaño chico, como ser un níspero o un eucaliptus, donde el tamaño de hojas es tan grande que un shohin puede llegar a tener unas pocas hojas gigantes, y no queda nada bien.
Por el contrario, hay especies que son lerdas de crecer. Entonces, conseguir un bonsái de buen tamaño lleva mucho tiempo. Ejemplos que se me ocurren son pinos, abetos y arces palmatum.
A cualquiera que se inicie le conviene empezar con un bonsai chico. Mientras más chico el bonsai, más fácil es conseguir el material y menos tiempo se necesita, al punto que hacer un shito puede llevar uno a dos años. Y si algo sale mal, es más fácil sobreponerse y seguir adelante, puesto les cuento por experiencia no es nada grado que se muera un bonsai que uno ha estado trabajando por 10 años.
La decisión del tamaño ya entonces es una cuestión personal. Los bonsáis grandes insumen muchos recursos, pero ofrecen una versatilidad de diseño y una satisfacción que no se tiene en bonsáis más chicos, y viceversa. Cada cual decide sobre la base de sus gustos y posibilidades, pero debe tener en claro qué quiere conseguir del arbolito en forma previa, para poder llevarlo a buen puerto.
EstikloLos bonsáis se clasifican por su estilo. Por que? pues no se, pero ya viene de años y años de evolución. Los estilos establecidos son las siguientes:
Cuando se decide el estilo de un bonsai, debe primeramente observarse el estilo que el árbol presenta naturalmente y ajustarse a esos estilos, o sea sus parámetros de crecimiento natural. Por ejemplo, un pino o una araucaria nunca crecerán en estilo escoba, y un crespón (largestroemia índica) raramente dará un estilo vertical informal o formal, mientras un olmo puede ajustarse a todos estos estilos. Y no tiene sentido forzar un arbolito hacia un estilo que naturalmente no crece. Un ejemplo que he visto en varias ocasiones es formar un ciprés piramidal como un vertical formal, con ramas posicionadas de acuerdo a la regla de oro. Y en poco tiempo el arbolito se les deforma a sus dueños, puesto el estilo natural de un ciprés piramidal es en forma de llama, por la gran dominancia basal que tiene.
Ejemplo de definiciones básicasPor ejemplo, supongamos acabamos de comprar el siguiente plantín de un junípero, y lo queremos transformar en un bonsai:
Entonces, por ser un junípero, es recomendable ir por un vertical informal, un inclinado, un barrido por el viento o un literati. El arbolito Podria formarse en un vertical formal tambien, pero hay que corregir la forma del tronco y obtener ramificacion trasera para localizar las ramas adecuadamente. No tiene dos o más troncos para ir por multitroncos, un estilo escoba no le queda a un junípero, bosques y sobre roca ya son gustos personales, semicascada y cascada no tienen ramas laterales fuertes, y se lo puede enraizar en una roca también. Entonces, ya tenemos una idea de qué estilos son factibles al plantín, y decidimos sobre la base de nuestros gustos personales.
En cuanto al tamaño, el junípero es un árbol de crecimiento moderado. Este plantín tiene 30 cm de altura aprox y el grosor del tronco de un lápiz mas o menos. Las reglas de bonsai recomiendan que un vertical informal, formal, etc tengan aproximadamente un grosor de tronco de 1/6 veces la altura del bonsai, y para mi gusto la relación es de 1/3 a 1/8. O sea, en este caso, para 30 cm estamos hablando de unos 3-5 cm de grosor de tronco. y si es del grosor de un lápiz, de 1 cm aprox, nos faltan 2 cm de grosor. Este grosor lo conseguimos haciendo engordar al arbolito. Un literati, por otro lado, quedará bien con un tronco de 1 cm de grosor. Entonces, en el primer caso, la decisión es poner el arbolito en una maceta de crecimiento para que engorde y alcance el grosor que queremos, en unos 3-4 años aproximadamente. Por otro lado, en el literati podemos transplantar el junípero y empezar a trabajarlo.
Otro ejemplo es este buxus. Luego de transplantado, queda asi:
Los buxus son arbolitos de crecimiento lento. Hacen bien casi cualquier estilo, tienen hoja chica y ramifican muy bien. Por ende, la decisión en este caso fue hacer un shohin o un komono, veremos a dónde llega en tamaño. El arbolito ya tiene el tronco desarrollado, por ende, voy a desarrollar un ápice nuevo y formarlo en un vertical informal. Este en particular tiene muy buen nebari y tronco, así que fue directamente a maceta de bonsái para ramificar.
Se entiende la idea? Ya con esto, las decisiones básicas de diseño van tomando forma.
Diseño
Ahora que tenemos claro las definiciones básicas del diseño, vamos a empezar a complicar la cosa.
Partes del bonsai
Para empezar a hablar de diseño, hay que saber de qué estamos hablando. He aquí algunas partes básicas que se deben conocer en un arbolito:
Qué es el diseñoHay una máxima del bonsai que dice “no haga que sus árboles parezcan bonsais, haga que sus bonsais parezcan árboles”. O sea, un bonsai debe emular un árbol de la naturaleza. Y si uno falla en aplicar los principios de diseño, ésto no se consigue.
Según diccionario, el diseño se define como “el proceso previo de configuración mental en la busqueda de una solución”. O sea, el diseño es planificar “en teoría” (o sea, sin tocar nada todavía), y de forma anticipada, cómo va a ser el bonsai, y así ponernos manos a la obra para lograr el resultado esperado, el cual llegará varios años después, como sabemos. Y por eso debe tenerse en cuenta que, si no diseñamos bien, el resultado “desagradable” lo veremos dentro de un tiempo, probablemente a varios años de hoy, cuando ya sea difícil de solucionar.
Voy a ilustrar este punto. Este que sigue es un crespón de mi colección:
Este arbolito es un chumono que tiene unos 20-25 años. Cuando lo compré ya tenia entre 10 y 15 años y unos 2 y medio metros de alto. Recibió su corte para armar un estilo escoba, y me quedo bastante alto a decir verdad, fruto de mi falta de experiencia. La cuestion es que fui armando el estilo escoba y empezaron a crecer unas ramas bajas que podia aprovechar para rellenar la parte baja del tronco, que estaba muy larga y pelada. Y asi procedi, yendo por un diseño mas dinamico del arbolito. Y cuando me quise dar cuenta, ya de escoba no le quedó mucho, y así lucia unos meses antes de escribir esto. La cuestion es que el arbolito tiene un nebari muy bueno, el tronco ya adoptó la textura y forma de un crespón adulto, la ramificación viene avanzando muy bien y ya tiene su forma definida, e inclusive sacó mucho carácter en estos 10 años de formacion, PERO tiene una doble rama, la rama de arriba sale de una bifurcación del corte en V para armar la escoba, y al momento tiene dos ápices:
Y luego de darlo vueltas en la cabeza, puedo solucionar el problema eliminando la rama que sale de la V y bajar el ápice de la derecha para cubrir el espacio. Y luego hay que rearreglar la ramificacion y probablemente empezar de nuevo en algunos casos. Lo que quiero mostrar con ésto es cómo un error de diseño se vuelve complicado de solucionar cuando el diseño del arbolito ya esta cerrado y los años han pasado. Por eso la importancia de planificar bien de antemano, puesto después ya puede ser tarde para corregir….
Entonces, tenemos que pensar en forma anticipada qué queremos lograr. El diseño involucra básicamente decidir qué queremos lograr en cuanto a:
• Edad
• Género
• Forma
• Tamaño
• Tronco
• Nebari
• Tachiagari
• Ramificación
• Follaje
• Suelo
• maceta
Y todo esto se combina para lograr una composición armoniosa y un arbolito interesante.
uf, complicado. Bueno, nadie dijo que iba a ser fácil.
Objetivos del diseñoEl diseño debiera conseguir:
• Un bonsái que haga al observador sentir.
• Un bonsái que parece un árbol de verdad.
• Que todas las partes del bonsái transmitan el mismo mensaje.
• Un diseño interesante, que de ganas de seguir viendo y analizar el arbolito para descubrir sus secretos.
• Que el bonsái cuente su historia: cómo llegó a ser lo que es.
• Que el diseño sea inteligente y resuelve sus propios desafíos.
Y para eso, lo que vamos a tener que resolver es:
• Qué se quiere comunicar con el bonsai: paz y serenidad de un bonsai en el llano, vitalidad de un bonsai joven que está en su época de oro, gracia y femineidad de un bonsai joven y alegre, la lucha contra los elementos y la supervivencia de un bonsai castigado por la naturaleza, etc.
• Dónde se va a poner el énfasis: en el gran tronco, en el gran nebari, en la corteza, en la forma, etc.
• Cuál es la historia del bonsai: cómo evolucionó a lo largo de su vida: le cayó un rayo que le creó un shari, sufrió un ataque de termitas que le vaciaron el tronco, fue retorcido por las fuerzas del viento y la naturaleza, etc.
Es mucho para decidir. Y es casi como empezar por el final, puesto hay que entender todo el diseño para tomar estas decisiones; pero tranquilos, que la cosa se va a ir resolviendo poco a poco. Un elefante se come de a bocados.